El diablo
El diablo tiene un solo deseo verdadero:
El diablo no quiere morir.
Todo lo demás es vanidad de su parte,
el diablo solo quiere perdurar.
Arrulla bebés cuando duermes,
el diablo quiere que lo recuerdes.
Sube y baja, te sigue a todas partes,
el diablo quiere que lo contagies.
Se enoja y hace berrinches
cuando en algo estás ocupado,
el diablo te mira de lado.
Pregunta por tus hijos
si no hay efecto de un hechizo,
el diablo se encuentra enojado;
por pura fantasía
de transpolar generaciones,
solo ha ido degenerando,
cambiando de nombres una y otra vez,
haciéndose cada vez más viejo,
más pequeño, más enjuto,
cada vez que tu desatención brilla.
Todos somos un poco Fausto,
por eso el diablo
nunca termina de morir.
El diablo no quiere morir.
Todo lo demás es vanidad de su parte,
el diablo solo quiere perdurar.
Arrulla bebés cuando duermes,
el diablo quiere que lo recuerdes.
Sube y baja, te sigue a todas partes,
el diablo quiere que lo contagies.
Se enoja y hace berrinches
cuando en algo estás ocupado,
el diablo te mira de lado.
Pregunta por tus hijos
si no hay efecto de un hechizo,
el diablo se encuentra enojado;
por pura fantasía
de transpolar generaciones,
solo ha ido degenerando,
cambiando de nombres una y otra vez,
haciéndose cada vez más viejo,
más pequeño, más enjuto,
cada vez que tu desatención brilla.
Todos somos un poco Fausto,
por eso el diablo
nunca termina de morir.
Etiquetas: Religiosísirijillos.
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