Respuesta
En un perpetuo último viaje en subte
se moviliza nuestra ansiedad, la espera,
vos y yo en silencio por siglos
uno junto al otro,
nada más que sabiéndonos,
en la comunión de los dos que se viven
sin postergaciones, sin retardos,
a un mismo momento.
Nada más tendríamos que mirarnos a los ojos, nada más,
para ponerle sonrisas a nuestra felicidad,
pero no ahora, después,
cuando ya vaya ganándote el sueño.
Vos me inspirás la tibieza, el hogar propio y aún desconocido,
al que jamás terminamos de retornar
- manantial de amor y de vida -
No le temas a la obsesión, yo te recibo;
no te asustes si veo a otro lado, yo te percibo.
No desistas del camino del encuentro,
la casa te espera con sus puertas abiertas.
Para Mary Paz.
se moviliza nuestra ansiedad, la espera,
vos y yo en silencio por siglos
uno junto al otro,
nada más que sabiéndonos,
en la comunión de los dos que se viven
sin postergaciones, sin retardos,
a un mismo momento.
Nada más tendríamos que mirarnos a los ojos, nada más,
para ponerle sonrisas a nuestra felicidad,
pero no ahora, después,
cuando ya vaya ganándote el sueño.
Vos me inspirás la tibieza, el hogar propio y aún desconocido,
al que jamás terminamos de retornar
- manantial de amor y de vida -
No le temas a la obsesión, yo te recibo;
no te asustes si veo a otro lado, yo te percibo.
No desistas del camino del encuentro,
la casa te espera con sus puertas abiertas.
Para Mary Paz.
Etiquetas: a Mary Paz
0 comentarios:
Publicar un comentario
Suscribirse a Enviar comentarios [Atom]
<< Inicio