Frankenstein
No puedo evitar hacer juicios
sobre todos y todas las cosas;
no puedo evitar compararme,
porque si no, no sé dónde estoy.
Sé quién soy,
soy lo que escribo,
ahí está todo, incluso lo que fui.
Así funciono,
así me hicieron,
como a un monstruo de Frankenstein,
cuyo corazón es lo único original,
lo único que me pertenece
como ser primordial,
como él primer hombre
que a mí me toca ser.
Me he ido a vivir, aislado,
a los bosques.
Pero tus avances,
detenciones y regresos
me dicen dónde estoy,
cada vez que retomo el camino.
Lo siento, soy un monstruo,
he nacido para herirte.
Solo, malo; amigo, bueno...
Me enorgullezco de mis pedazos,
aunque algún día deberé devolver
cada una de estas partes
a sus legítimos dueños,
los muertos.
Ella es mi descanso.
Porque para ella
no tengo comparación.
sobre todos y todas las cosas;
no puedo evitar compararme,
porque si no, no sé dónde estoy.
Sé quién soy,
soy lo que escribo,
ahí está todo, incluso lo que fui.
Así funciono,
así me hicieron,
como a un monstruo de Frankenstein,
cuyo corazón es lo único original,
lo único que me pertenece
como ser primordial,
como él primer hombre
que a mí me toca ser.
Me he ido a vivir, aislado,
a los bosques.
Pero tus avances,
detenciones y regresos
me dicen dónde estoy,
cada vez que retomo el camino.
Lo siento, soy un monstruo,
he nacido para herirte.
Solo, malo; amigo, bueno...
Me enorgullezco de mis pedazos,
aunque algún día deberé devolver
cada una de estas partes
a sus legítimos dueños,
los muertos.
Ella es mi descanso.
Porque para ella
no tengo comparación.
Etiquetas: Pseudo-filosóficos
0 comentarios:
Publicar un comentario
Suscribirse a Enviar comentarios [Atom]
<< Inicio