Potestades y desiertos
a mi amada Mary Paz
Decir "te amo", "mi amor",
con pleno convencimiento
de lo que las frases implican.
Te amo porque tu desierto me priva de distracciones,
y porque describís tan bien al bosque
que mi árbol tapa.
Ponés en palabras mi identificación a pesar de mí
escribiendo el poema que yo jamás podría.
Sos el lado oscuro de mi luna
teniéndote tan presente, tan delante de mí.
Sos mi yin, cuando me pongo tan yang,
y viceversa.
Soy alfil de tu corona, soy tu alcahuete,
a caballo y por sobre los peones
que me darán jaque, algún día,
y me arrastrarán por el suelo ajedrezado
hasta tus pies,
para que hagas justicia.
Soy la vanidad hecha carne
y más vanidoso cuanto sos más mía.
Porque te pertenezco hasta que me despeñes
por el abismo de tu sonrisa.
Vamos a deshojar a todas las margaritas, total,
nunca dejarán de tener el número perfecto
del "te ama".
No hay manera de que ya no seamos dueños del mundo,
qué digo, del universo.
Me desboco,
no consigo mantener los bueyes en yunta;
es que uno solo de tus cabellos
tira más fuerte
que cualquier intento de cordura.
Las palabras son peligrosas,
la alegría también.
Te amo.
Decir "te amo", "mi amor",
con pleno convencimiento
de lo que las frases implican.
Te amo porque tu desierto me priva de distracciones,
y porque describís tan bien al bosque
que mi árbol tapa.
Ponés en palabras mi identificación a pesar de mí
escribiendo el poema que yo jamás podría.
Sos el lado oscuro de mi luna
teniéndote tan presente, tan delante de mí.
Sos mi yin, cuando me pongo tan yang,
y viceversa.
Soy alfil de tu corona, soy tu alcahuete,
a caballo y por sobre los peones
que me darán jaque, algún día,
y me arrastrarán por el suelo ajedrezado
hasta tus pies,
para que hagas justicia.
Soy la vanidad hecha carne
y más vanidoso cuanto sos más mía.
Porque te pertenezco hasta que me despeñes
por el abismo de tu sonrisa.
Vamos a deshojar a todas las margaritas, total,
nunca dejarán de tener el número perfecto
del "te ama".
No hay manera de que ya no seamos dueños del mundo,
qué digo, del universo.
Me desboco,
no consigo mantener los bueyes en yunta;
es que uno solo de tus cabellos
tira más fuerte
que cualquier intento de cordura.
Las palabras son peligrosas,
la alegría también.
Te amo.
Etiquetas: a Mary Paz
0 comentarios:
Publicar un comentario
Suscribirse a Enviar comentarios [Atom]
<< Inicio