Para Charly García
No quiero verte tan bien,
no quiero verte tan mal,
con tu alma acalambrada
y tus bemoles de más;
mejor no volver hacia atrás.
Porque yo también te amé,
porque yo también te odié,
mientras Argentina te lloraba
bailando el Cucamonga dance,
mejor no volverla a cantar.
Hubo un eclipse de sol,
y hubo un tiempo sin Dios,
mientras Bubulina cantaba
que desnuda de frío y hermosa como ayer
una filosofía barata gastaba zapatos de nada.
Voy robándome de a poco tu voz
para devolverte la palabra.
No bombardeen las playas de ajedrez
(mientras vemos las nuevas olas...)
Veinte pianos dorados no se subastan.
Un cristo roto de a pie;
yo te llevo aún debajo de mi bufanda azul.
Basta de té de peperina,
basta de anhedonia en la mañana;
hay un vampiro profano,
¿un Judas Iscariote de quién?,
si siempre pudimos olvidar.
Salgamos a pescar tangos.
¿Para quién cantamos, entonces,
si los humildes nunca entienden?.
no quiero verte tan mal,
con tu alma acalambrada
y tus bemoles de más;
mejor no volver hacia atrás.
Porque yo también te amé,
porque yo también te odié,
mientras Argentina te lloraba
bailando el Cucamonga dance,
mejor no volverla a cantar.
Hubo un eclipse de sol,
y hubo un tiempo sin Dios,
mientras Bubulina cantaba
que desnuda de frío y hermosa como ayer
una filosofía barata gastaba zapatos de nada.
Voy robándome de a poco tu voz
para devolverte la palabra.
No bombardeen las playas de ajedrez
(mientras vemos las nuevas olas...)
Veinte pianos dorados no se subastan.
Un cristo roto de a pie;
yo te llevo aún debajo de mi bufanda azul.
Basta de té de peperina,
basta de anhedonia en la mañana;
hay un vampiro profano,
¿un Judas Iscariote de quién?,
si siempre pudimos olvidar.
Salgamos a pescar tangos.
¿Para quién cantamos, entonces,
si los humildes nunca entienden?.
Etiquetas: Y yo qué sé
0 comentarios:
Publicar un comentario
Suscribirse a Enviar comentarios [Atom]
<< Inicio