Entelequia de mis entretelas

En la búsqueda metalingüística,
a mitad de camino entre la entelequia
y el onanismo mental de los procuradores,
mi taxi espacial se desliza por las nervaduras
de los arroyuelos primorosos
de los que saben decir "sí",
y de los que saben decir "no";
lágrimas de araña se posan
en los entrecruces de mis entretelas
como perlas
para celebrar todo lo hermosa que sos.
En el anti-nirvana de los dequeísmos
afilo la espada contra la piedra
para degollar anti-poetas mal nacidos
y voltear sus caballos de bronce.
Demoleremos castillos de palabras
y construiré para ti una cabaña abrigada
hecha de un solo hálito,
con techumbre de suspiros,
y suelos hechos con tus jadeos más calientes.
Rodarán cabezas
y podrás jugar con ellas
al cricket en el jardín,
como la niña buena que eres.