Equilibrio
Contra todo pronóstico de razonabilidad
todavía temo a un dios que premia y castiga,
como un resabio de aquel que fui al catecismo
y del que tomó la melena de la hipérbole para volverla diabólica,
jugando aún canicas con piedras filosofales,
haciendo malabares con esferas siderales
con la pretensión de ser un ángel caído, un demonio redentor.
No todo lo que tiene un mal principio tiene que tener un igual fin.
Que tu mano izquierda no sepa lo que hace la derecha, y viceversa,
pero la maravilla del mundo me condujo al aplauso
y dio comienzo a la fiesta del asno
y a volver diabólica la hipérbole de las horas;
todas las coristas de segunda línea del Moulin Rouge lloraron
y me pidieron que no te retrate,
que no termine de delinear tu rostro,
que no te suba a un pedestal,
que haría enojar al dios que premia y castiga.
Crucemos los dedos para salvarnos de la crucifixión.
Crucemos los trenes para que no haya desastres.
Homologuemos una rosa de los vientos que sople
en esta holográfica cosmogonía,
deseando con anhelo que el unívoco sentido ulterior de la vida
consista en verte bailar.
todavía temo a un dios que premia y castiga,
como un resabio de aquel que fui al catecismo
y del que tomó la melena de la hipérbole para volverla diabólica,
jugando aún canicas con piedras filosofales,
haciendo malabares con esferas siderales
con la pretensión de ser un ángel caído, un demonio redentor.
No todo lo que tiene un mal principio tiene que tener un igual fin.
Que tu mano izquierda no sepa lo que hace la derecha, y viceversa,
pero la maravilla del mundo me condujo al aplauso
y dio comienzo a la fiesta del asno
y a volver diabólica la hipérbole de las horas;
todas las coristas de segunda línea del Moulin Rouge lloraron
y me pidieron que no te retrate,
que no termine de delinear tu rostro,
que no te suba a un pedestal,
que haría enojar al dios que premia y castiga.
Crucemos los dedos para salvarnos de la crucifixión.
Crucemos los trenes para que no haya desastres.
Homologuemos una rosa de los vientos que sople
en esta holográfica cosmogonía,
deseando con anhelo que el unívoco sentido ulterior de la vida
consista en verte bailar.
Etiquetas: Surrealistas o simbólicos
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