martes, 14 de mayo de 2013

Diario de viaje 10

Amame sin necesidad
de concederme poder cuando te sumergís;
amame sin necesidad,
tan bien como sabés hacer
todo lo que hacés.
Si yo te admiro
es porque sabés ser vos misma,
si yo te admiro tenemos mil años de ventaja,
si me tenés así,
con ojitos en cruz y a tus pies.

Amame así,
sin necesidad de amarme.
Porque en vos quiero ser la ausencia de vos (*),
pero no necesito moverme
ni mantenerme inerme
para que seas intensa y entera.
Porque vos ya estabas hecha por completo
desde antes de mí.

Mi mayor anhelo es ser tu reverso,
no tu sombra,
y que nadie vea, ni sepa ni oiga,
aún queriendo, aún entendiendo;
que seamos diversión
de una anónima fantasma
que me mira cuando no estás
y se va pronto para no molestar.

Cada cosa la necesaria en el lugar que le corresponde,
vos sabés de eso, y del tiempo,
sabés del paisaje hecho sin trazos gruesos
y de la voz que calla y del silencio que habla;
de todas esas cosas sabés vos.
Yo quiero verte reír
y que me ames sin necesidad
de haberme amado.


(*): Pensando en el verso aquel de Mark Strand...

Etiquetas:

0 comentarios:

Publicar un comentario

Suscribirse a Enviar comentarios [Atom]

<< Inicio