No te canses

No te canses de esperarme en la niebla,
estoy yendo.
Ni de este simulacro de vida,
ni de este precipitado de alquimia;
no te canses
de este boceto de gloria
ni de esta amarga historia
que desea amanecer
con todos los colores
de una feliz agonía.
Verdes son los mares
cuando tu tristeza brota,
cuando me asusta tu poema
y una esperanza florece.
Todas las estatuas
ya bajan la vista a tu paso
entre los senderos
de ese jardín de vanidades;
cuando el laudista erra la nota,
cuando la lágrima
se confunde con la acuarela,
cuando el poeta
se asoma al pavor de la hoja
en blanco;
cuando la gota de sangre
mancha la nieve
y el escultor se aterra;
cuando todos deseen
que algo desaparezca,
ahí estaré yo siempre
para amarte.