No voy a morir

No moriré hoy,
no moriré
hasta no leer el último libro,
hasta no ver la última película,
hasta no beber el último trago,
hasta no encender el último cigarrillo;
puedo sentarme a tocar el piano
y ser parte de la noche
cuando todos duermen;
puedo hacer las valijas
y volver a salir
y no regresar nunca más,
pero no me voy a morir
disecando abuelas de yeso,
regando los enanos del jardín.

La canilla gotea
y cada gota marca aureolas
en la superficie quieta
de la memoria.
Y yo no me voy a dormir
hasta que no termines
tu último cuento.

Todavía no amanece
y la tv transmite las 24 horas;
todavía el tráfico en las calles
pretende darle un sentido serio
al devenir de la humanidad,
y yo no me voy a morir
hasta no sonreír por última vez,
hasta no besarte por última vez,
hasta no tocarte por última vez;
y después sí.