A Mary Paz
Desear que sea lo que Dios quiera,
mientras estás a mi lado;
abandonar los debates, las confrontaciones,
la necedad del mundo,
para entregarse al destino
de tu borra de café.
Ir más lejos abandonando paisajes
procurando no dejar marcas
porque lo indeleble de tu mirada
no se contiene
en el miniaturismo de esta realidad endeble,
ni la mejor de tus intenciones
ni el mayor de tus deseos;
a nadie le interesa lo que sos o hacés.
Vamos subidos al estribo de lo desprevenido,
internándonos en lo insondable de nuestro amor sin más vueltas
que la que danza la hojarasca juguetona,
mientras todos se pierden
en el laberinto de sus leyes físicas.
mientras estás a mi lado;
abandonar los debates, las confrontaciones,
la necedad del mundo,
para entregarse al destino
de tu borra de café.
Ir más lejos abandonando paisajes
procurando no dejar marcas
porque lo indeleble de tu mirada
no se contiene
en el miniaturismo de esta realidad endeble,
ni la mejor de tus intenciones
ni el mayor de tus deseos;
a nadie le interesa lo que sos o hacés.
Vamos subidos al estribo de lo desprevenido,
internándonos en lo insondable de nuestro amor sin más vueltas
que la que danza la hojarasca juguetona,
mientras todos se pierden
en el laberinto de sus leyes físicas.
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