martes, 21 de enero de 2014

Exultante



Estabas tan exultante, dejándome tan adherido,
yo estaba tan malherido, tan malacostumbrado
y tan pedante
que un poco de tu amor francés
y jugar con tu espalda,
un mar de fondo, un caracol en la montaña
fueron promesa de amor,
de un reloj invertido,
de un vestido azul, de tu sonrisa y de un guiño.
Hubo un cuento de amor
y hubo tu vida en papeles,
hay palabras que te mecen sobre la nada,
y hay bancos de piedra,
turnar sueños en regazos
por un pedazo de dios,
por un Pegaso de Albión,
que se desprende todo de tu gesto de amor.
Son rezagos de un tiempo que no nos captura,
trasvasando unas ciudades,
transliterando vagones de trenes,
sos fantasma de nadie,
sos mía hasta en los confines.
No somos de Buenos Aires
pero ella nos pertenece,
no somos estrellas de rock,
no somos estrellas de cine
pero nuestro acuerdo nos distingue.
Estás siempre tan inflamable,
estoy siempre tan susceptible
y sé que me mejora tu mirada
y que te voy a llevar adonde el lobo se rinde,
a la perdición por tu intención,
hasta donde la intuición se cumple,
al fondo de una canción de gesta
hasta hacerte prometer que ésta
es la historia que deseaste toda tu vida;
hasta la devoción tuya y mía,
hasta quedarte dormida,
exultante y extenuada
hasta dejarme sin aire,
hasta la implosión,
hasta que todos nos olviden.

Etiquetas:

0 comentarios:

Publicar un comentario

Suscribirse a Enviar comentarios [Atom]

<< Inicio